Duelo y solidaridad

Desde Vida y pérdida llevamos días dándole vueltas a cómo afrontar la catástrofe de la DANA sin insistir en todo lo ya se ha dicho sobre los efectos que este temporal ha producido en las personas a las que les ha cambiado la vida de forma tan devastadora. En Vida y pérdida abordamos todo tipo de duelos con la sensibilidad de acompañar al que lo sufre y estar con todas estas personas que han perdido tanto. Hoy nos acercamos a ellas desde nuestro más profundo respeto, con el deseo de que construyan una nueva vida con la mayor fortaleza posible y, sobre todo, con la certeza de que no están solos, no estáis solos.

¿Qué podemos hacer para apoyar? Independientemente de las ayudas estatales, administrativas, aseguradoras y/o sociedad civil que se ponen en marcha de modo global, vamos a reflexionar en cómo podemos compartir todo este dolor, desde nuestra pequeña parcela individual, desde nuestra humanidad.

A todos se nos ha estrujado el corazón con las imágenes de esta tragedia. Sobrevivir a todo este trauma es el primer paso desde donde parte el duelo; en la supervivencia se reconoce la fragilidad de lo que somos: el miedo ha actuado sin piedad, para dar paso a la mayor desnudez de quien lo pierde casi todo: la casa protectora, el negocio del que vivir, un familiar o amigo en condiciones muy difíciles: inesperadas e impactantes. Tanta destrucción produce un trauma del que cuesta salir.

Aún lejos, nos sentimos cerca. Hemos visto imágenes durísimas y solo imaginar lo que puede ser vivir esta DANA, nos acerca a quien sufre de esta manera. Por eso surge esa avalancha de solidaridad donde cada uno a su manera, y con lo que puede, sale al encuentro de lo humano ante tanta devastación. Esta solidaridad tiene nombre y apellidos, a la vez que es anónima. Es colectiva de todos los que allí han acudido y es individual del que en la distancia aporta una ayuda económica, en forma de alimento, ropa o productos básicos.

Así, el primer objetivo es cubrir las necesidades físicas, preservar la vida. Pero, ¿y las necesidades afectivas? Cómo cuidar a las personas que han perdido su casa con sus recuerdos, sus vivencias, sus celebraciones familiares.

Por esto la solidaridad en lo afectivo llega con la cercanía y el compartir:

  • En el abrazo y en el gesto de apoyo. El contacto físico ayuda a combatir sentirse abandonado y da protección a quien la necesita.

  • En la presencia cercana y la escucha que permite ir elaborando lo que ha ocurrido.

  • En estar abierto a emociones y sentimientos de dolor, dando espacio a lo que cada uno puede ir afrontando, sin forzar.

  • En las rutinas diarias, ordenando poco a poco pequeñas metas, que si son compartidas nos acerca.

  • En el descanso y el cuidado de nuestras necesidades básicas, como tener comida, ropa.

  • En los pequeños gestos hacia otros, que nos ayudan a sentirnos útiles en el apoyo.

  • En los momentos donde podemos encontrar un rato de distracción y complicidad.

  • En los momentos de pausa, tomando distancia para cuidar el propio dolor.

Todos los afectados están en shock, con incredulidad, rabia, miedo, impotencia, tristeza, inseguridad. Ahora, sobrellevan como pueden momentos tan difíciles ante todas las pérdidas. Más adelante, continuará la recuperación, como una carrera de fondo para conseguir que todas estas personas tengan una calidad de vida de nuevo. Y aquí tenemos que seguir con ellos, cada uno como pueda.

¿Y los niños? La primera protección les viene de sus padres y de la familia directa, tíos, primos para ir agrandándose el círculo de protección en amigos, otros vecinos, familias del colegio, profesorado, médicos de atención primaria, los voluntarios desplazados… Una forma es hacerles partícipes de la ayuda en su propia casa ajustada a su edad, otra puede venir de los propios juegos entre ellos, organizar partidos de fútbol, la visita de su médico de familia, de su profesora…

Es labor de todos, conocidos y desconocidos, seres anónimos y con nombre y apellidos, ofrecer la mayor protección posible que salvaguarde la salud mental y la mejor adaptación a la nueva situación provocada por la DANA. Y en eso estamos porque no les vamos a dejar solos.

La solidaridad se ha hecho presente en estado puro como la necesidad recíproca de ayudar y de ser ayudados. Esta ayuda mutua aliviará los efectos de este desastre, dará fuerzas y esperanza para recuperar parte de la vida perdida.  ¡Adelante!

Algunos recursos de apoyo:

Fundación Metta Hospice. Servicio de apoyo y acompañamiento a las familias afectadas por la DANA. Tel. 659 68 96 99

Colegio de la psicología de Madrid www.copmadrid.org/web/actualidad/noticias/2868/el-colegio-la-seas-coeditan-guia-ayuda-psicologica-ninos-ninas-adolescentes-afectados-la-dana

Cruz Roja - https://www2.cruzroja.es/-/ayuda-emergencia-dana

Entidad de voluntariado corporativo de Valencia (Volies) – www.volies.es/ayuda-efectiva-voluntariado-ante-emergencia-dana-valencias/

Plataforma de psicólogos voluntarios: www.ayudana.org